Lucha libre (Aapirawa) |
Por: Jarvis Effer Herrera.
En estos momentos que el gobierno
nacional y otros entes no gubernamentales, han puesto su atención en la
desnutrición y otros flagelos que atacan a la población indígena del
departamento de La Guajira, especialmente a los infantes; consideramos oportuno
visibilizar otras amenazas que ponen en peligro la preservación de algunas de
sus manifestaciones culturales.
Los juegos y música
tradicional wayuu,
están en peligro de desaparecer, por la falta de políticas estatales y de
organizaciones indígenas, que no impulsan estas manifestaciones culturales y
deportivas, en la población infantil o escolar; para garantizar su preservación
de generación en generación.
Estas manifestaciones lúdicas y recreativas,
utilizadas ancestralmente en un marco de convivencia, respeto y solidaridad,
para determinar liderazgo en algunos miembros de la comunidad wayuu, se ven
amenazadas ante la permanente influencia de la civilización occidental
(arijuna), incrementada por el desarrollo de la tecnología, la informática y la
comunicación (TIC); ante la mirada complaciente de sus líderes y gobernantes.
A nivel nacional e internacional, se
destaca el baile de la yonna, la mochila y el chinchorro como las
manifestaciones culturales más reconocidas de la población wayuu, teniendo poca
o ninguna difusión; otras no menos importantes, como como su deporte y música
tradicional.
A pesar que en el gobierno del doctor
Jorge Ballesteros Bernier, siendo presidente de la Asamblea Departamental, el
señor Carlos Rojas Ramírez, se expidió la ordenanza No. 050/93, mediante la
cual se institucionalizaron los Juegos Deportivos Indígenas Wayuu; estos se llevan
a cabo dependiendo la voluntad política del gobernante de turno, quienes en su
mayoría, han aducido falta de recursos económico para evadir su responsabilidad,
en la no realización año tras año, de este importante evento deportivo y
cultural.
La situación se agrava aún más, con los
cambios implementados por el gobierno central, en el tema de administración de
regalías, por la explotación de recursos naturales no renovables.
Igualmente debemos resaltar que los
Juegos Wayuu, cuando se han realizados, se programan para la competencia y
recreación del indígena adulto; dejándose de lado a la población infantil,
quienes en el futuro serán los encargados de preservar la práctica de las
diferentes disciplinas deportivas y recreativas, así como su música
tradicional.
Carrrito de Cardón |
Tejo wayuu - Lanzamiento de piedra |
1º Juegos Tradicionales Escolares Wayuu
En la población escolar wayuu, se han
dado pasos para consolidar la permanencia de un proyecto alterno en la canasta
educativa, que el gobierno departamental contrata con operadores privados, para
la administración o prestación del servicio público educativo de esta etnia,
como el implementado por el Consorcio Proguajira, a través de la Fundación
Servir, denominado “1º Juegos Tradicionales Escolares Wayuu”, que
se realizaron en los Centros Etnoeducativos de Riohacha y Manaure, en los años
2.009 y 2.010, beneficiando a un gran número de niños y niñas, en edad escolar.
La segunda versión de estos juegos, que
se llevaron a cabo en el año 2010, se fortaleció con la inclusión del Primer
Encuentro de Música Tradicional Wayuu, convirtiéndose en todo un espectáculo la
interpretación de los diferentes instrumentos y muestras culturales, por parte
de los alumnos de los Centros Etnoeducativos participantes.
El cambio de operador, impidió la
continuidad de este importante proyecto, en perjuicio de la población infantil
wayuu, quienes disfrutaron de las competencias y eventos culturales que se
llevaron a cabo, en el marco de su ejecución.
El evento contó con la coordinación
operativa del reconocido investigador cultural y dirigente deportivo, Joaquín
Prince Jarariyu, quien además dirige en la actualidad, la Fundación sauyee´pia
wayuu, una Escuela Tradicional para las Artes, el Deporte y la Música Wayuu.
Fundación
sauyee´pia wayuu
En medio de tanta desidia, debemos
destacar también el trabajo realizado por personas como el dirigente Joaquín
Prince Jarariyu, quien a través de la Fundación sauyee´pia wayuu, con sede en
Uribia, impulsa el deporte, la música y las artes, entre los niños de su etnia,
contribuyendo con la preservación de estas manifestaciones lúdicas y
recreativas.
Joaquín Prince Jarariyu |
“En la escuela, no solamente impulsamos
la práctica de las diferentes disciplinas deportivas y recreativas, ni la
interpretación de los instrumentos de música tradicional; también enseñamos a
los niños a fabricar los elementos deportivos e instrumentos musicales, para
que en el futuro ellos puedan hacer lo mismo con sus descendientes y así
aportamos nuestro granito de arena, en la preservación de nuestra cultura”,
afirma con orgullo el investigador
Joaquín Prince Jarariyu, quien continua manifestando “Este es un
proyecto que se debe institucionalizar en los Centros Educativos donde se
forman los niños wayuu, que incluyan en su planta de personal, docentes de
música, danzas y deporte tradicional, así como existen profesores de español,
matemática, sociales, etc., con lo que estaríamos sembrando la semilla para
mantener vivas nuestras tradiciones”.
Joaquín Prince Jarariyu, también
coordina juegos y encuentros de música tradicional, que incluyen la
participación de niños y niñas, en el marco del Festival Wayuu, que se realiza
en el municipio de Uribia; en su permanente
lucha por mantener viva su cultura y tradiciones.
Un
mayor compromiso estatal.
Los wayuu, son la etnia con mayor
población en Colombia, según los datos del censo de 2005, que determinó la
existencia de alrededor de 280.000 indígenas wayuu en La Guajira.
A través del tiempo, el estado
colombiano ha promulgados normas que garantizan ser reconocido como etnia, el
derecho al territorio, la preservación de la lengua materna, sus usos y
costumbres, a la educación propia, a ser consultados previamente en temas que
afecten su territorio o cultura, entre otros, contenidos en la ley 21 de 1991 y
la Constitución Política del mismo año.
A pesar del avance normativo, se
requiere un mayor compromiso en políticas que garanticen la preservación de su
cultura, especialmente, el deporte y música tradicional, en peligro de
desaparecer.
El gobierno departamental debe incluir
en la canasta educativa de este sector, la implementación de proyectos que
cumplan con este objetivo, en los casos de contratación del servicio público educativo
wayuu. Pero además, podría impulsar proyectos de ordenanzas que permitan la
realización de los Juegos Tradicionales y Encuentros de Música Tradicional,
cada año, en los diferentes Centro Etnoeducativos de La Guajira.
Igualmente consideramos que el trabajo
realizado por el investigador Joaquín Prince Jarariyu, a través de su
Fundación, sea replicado en el sur y centro del departamento, para que existan
más Escuelas de Música y Deporte Tradicional Wayuu y sus beneficios se
extiendan a una mayor población
infantil.
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